Nouvelle province à mon palmarès : Î.-P.-É.

Le week-end dernier, j'ai découvert une nouvelle province : l'Île-du-Prince-Édouard (maxi-nom pour une mini-province).

El fin de semana pasado he descubierto otra provincia: la Isla del Príncipe Eduardo (la provincia más pequeña de Canadá a pesar de tener un nombre tan largo).

Là-bas, j'ai vu Charlottetown, la mignonne capitale où il faisait trop chaud pour se promener.

Allí, he descubierto Charlottetown, una pequeña capital que tiene buena pinta pero donde hacía demasiado calor para pasear a gusto.

Là-bas, on s'est fait un petit pique-nique tout simple... au homard au bord de la mer.

Allí, a la sombra y con vistas al mar, hemos comido un sencillo picnic... de bogavante.

Là-bas, j'ai eu la confirmation que l'alliance du vert et du bleu est vraiment le signe distinctif des provinces maritimes du Canada (ajoutons-y le blanc en hiver) !

Allí, me he dado cuenta de que los colores que mejor definen las provincias marítimas de Canadá son el verde y el azul (bueno, y el blanco en invierno).


Là-bas, en très bonne compagnie, j'ai vu de belles falaises rouges (et le soleil tapait tellement que j'ai bien failli devenir aussi rouge que les falaises)...

Allí, en muy buena compañía, he podido admirar bonitos acantilados rojos (y el sol pegaba tanto que casi me pongo tan roja como los acantilados).



Là-bas, la mer a une couleur dégradée du rouge au bleu du plus bel effet... on dirait une palette de peintre !

Allí, el mar tiene una gama de colores muy interesante... del rojo al azul. Casi parece una paleta de pintor.



Là-bas, y'a des très beaux couchers de soleil. À admirer depuis le haut d'une dune de préférence... not bad!

Allí, las puestas de sol son muy bonitas. Conviene instalarse en lo alto de una duna y admirar el espectáculo. ¡No está mal!

PS: Muchas gracias a mis simpáticos acompañantes, ¡fue un placer viajar con vosotros!