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He pasado la Semana Santa en la Péninsule acadienne, en el norte del Nuevo-Brunswick, invitada por Marc, Stéphanie y sus familias. Antes de enseñaros paísajes, tenéis que ver por qué voy a tener que hacer deporte y comer sopa toda la semana (y había muchas más cosas)...
Empezamos con sirope de arce de producción artesanal y familiar enfríado en nieve. Los que sabían han dicho que estaba delicioso.
Luego he comido cangrejo por primera vez. Por lo visto me estoy acostumbrando a los mariscos: ¡lo he descuartijado con mucha más agilidad que el bogavante!
El brunch del sábado ha sido una pasada... Os entran ganar de probarlo, ¿verdad?
Et voilà enfin le modeste dessert de samedi soir. Le tout fait maison. Une catastrophe pour la ligne, je vous dis ;-)
Y por último os presento el postre del sábado por la noche, hecho en casa. Uy uy uy... ¡qué desastre para el régimen!
1 commentaire:
en estos momentos dudo si odiarte o sólo morirme de la envidia :-(
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